En el mundo moderno vivimos sometidos a altas dosis de estrés y de movimiento. Y en este escenario, son muchas las patologías que se desarrollan asociadas a la presión de las exigencias cotidianas. El bruxismo es una de ellas, aunque esta no es su única causa. Cuando hablamos del bruxismo nos referimos a un trastorno en el que la persona rechina, cruje o aprieta los dientes, generalmente de manera inconsciente. Puede tratarse de bruxismo diario, en el que se aprietan los dientes mientras se está despierto, en el medio de las actividades cotidianas, o de bruxismo nocturno, que sucede mientras dormimos.

Sea cual sea el caso, recurrir a profesionales como los de Salud Dental Blanco es clave en solucionar las molestias y hacer que la patología no avance. Acompáñanos a revisar cuáles son las implicaciones de este problema en la salud bucodental, y las mejores formas para abordarlo.

Índice

¿Qué es el bruxismo?

Qué es el bruxismo

La definición del bruxismo tiene muchas aristas. Se trata en términos simples de una enfermedad que genera hiperactividad de los músculos masticadores. Ello se traduce en que los dientes y la mandíbula se aprietan y se tensionan con frecuencia. Es un padecimiento que se relaciona de manera directa con las altas dosis de estrés, aunque también puede desencadenarse por otros problemas de la zona. Está comprobado que no se trata en exclusiva de una enfermedad de dientes, sino que se produce por un exceso de actividad de los dientes y también de la articulación temporomandibular

El bruxismo no está asociado a una edad determinada. Puede aparecer en cualquier etapa de la vida, y de hecho, se sabe que hasta un 80% de la población lo ha padecido en algún momento. De acuerdo a su nivel de gravedad, este trastorno puede derivar en cefaleas, en migrañas, y en casos más graves incluso puede generar dolores en la columna cervical, en los oídos, deformación del rostro, mareos y vértigo.

Los tipos de bruxismo

El bruxismo puede presentarse en diferentes tipologías. Son varios los elementos que influyen. Puede tratarse de un bruxismo según la forma de rechinar, según el momento en que inicia o según el grado de afectación. Conozcamos cada caso en mayor detalle.

Bruxismo según la forma de rechinar

  • El bruxismo céntrico o apretamiento: Este tipo de trastorno concentra el daño en el cuello de los dientes, provocando desgastes cervicales. Suele venir acompañado de cefaleas de tipo tensional.
  • El bruxismo excéntrico o de frotamiento: Este tipo de bruxismo daña el borde incisal y oclusal de los dientes, generando atriciones en distinto grado. Los movimientos excesivos de la mandíbula siguen un patrón definido que se relaciona con el desgaste en las piezas. Afecta, mayormente, a incisivos.

Bruxismo según el momento en que inicia

  • El bruxismo de sueño o nocturno: Es el trastorno que se hace presente durante las horas de sueño. Generalmente quien lo padece no es consciente del problema, pero puede amanecer con dolor y tensión en la zona de la mandíbula, que enciendan las alarmas sobre el trastorno. También es posible que si la persona duerme en compañía, el sonido generado le perturbe el sueño.
  • El bruxismo de vigilia o diurno: Este tipo de bruxismo se presenta en el día y suele asociarse de manera general con momentos de estrés laboral o personal.

Bruxismo según el grado de afectación

Bruxismo de grado I: Se trata de un grado incipiente en el desarrollo del trastorno. Se presenta de manera ocasional o por períodos de tiempo breves. Aparece y desaparece por si solo. Puede estar condicionado a factores locales dentro de la boca, que al ser detectados y eliminados con antelación permiten la prevención y eliminación del mismo.

Bruxismo de grado II: En este grado el trastorno se muestra como un hábito establecido, que se presenta con cierta regularidad. Pueden encontrarse presentes lesiones en las estructuras dentofaciales, por lo que se requiere de un tratamiento integral para asegurar su eliminación.

Bruxismo de grado III: Y el estado más avanzando del bruxismo es el de grado III, en el que la persona tiene la manifestación del síntoma de una manera casi constante. Las lesiones en las estructuras dentofaciales que se presentan en este momento pueden ser severas, y en algunos casos incluso permanentes.

Tratamientos para el bruxismo

Tratamientos para el bruxismo

El primer paso para tratar el bruxismo de una manera eficiente es ponerte en manos de profesionales especializados. El doctor Gregorio Comino Blanco, al frente de la clínica Salud Dental Blanco, se ha convertido en uno de los referentes para el tratamiento del bruxismo en Madrid. La solución del problema depende de la evaluación de casa caso. Suele implicar, por ejemplo, el uso de una férula o protector bucal que disminuya el impacto del rechinar entre los dientes. La fisioterapia también suele ser una terapia alternativa recomendable para aliviar las tensiones de la zona, e incluso también puede ser útil la aplicación de botox. Lo fundamental es la evaluación personalizada, de modo que se siga el tratamiento que mejor responda a las necesidades de cada paciente.